El servidor de todos, será el primero.

El servidor de todos, será el primero.

 Por:  P. Guillermo Siles Paz. OMI

Cada día percibimos como el hombre y la mujer tenemos aspiraciones a vivir cómodamente en el mundo, disfrutando y siendo servidos. Cuantos de nosotros soñamos en una sociedad de confort, placer y poder, justamente porque uno dice, para eso trabajo. Ciertamente tiene razón, pero cuando uno se da cuenta, los criterios que Jesús tiene, nos ponemos en una posición contraria. Le vemos a Jesús con exigencias muy diferentes a las que estamos acostumbrados. El se presenta haciéndonos un quiebre en la vida. Nos pone una mirada sensible a los pequeños y sencillos. Cuestionando nuestros pensamientos y percepciones.

El evangelio de hoy nos presenta tres momentos importantes. A través de la lectura podemos comprender que Jesús, nos anuncia su pasión de frente y sin discusión.

Nos presenta el anuncio de la pasión, y lo hace por segunda vez para que los discípulos entiendan este misterio de fe, comprendan que es necesario esta experiencia, pero sin embargo ellos quedan más perturbados y prefieren no asimilar y peor comprender lo que quiere decir Jesús. «El Hijo del hombre será entregado en manos de los hombres; le matarán y a los tres días de haber muerto resucitará.» Pero ellos no entendían lo que les decía y temían preguntarle.

En este episodio Marcos muestra que esta actitud puede darse con frecuencia, mejor quedarnos en la distancia y no implicarnos. Estar al lado de Jesús, pero sin hacernos uno de sus seguidores, o simplemente estar a su lado sin comprender.

Entender el misterio de la muerte y resurrección, siempre será uno de los desafíos más apremiantes. Muchos hemos estudiado, pero no estamos atentos al discernimiento, a la comprensión y a su asimilación; esto nos llevara a estar lejos de Jesús.

Un segundo momento es más que evidente, es al llegar a Cafarnaúm y, una vez en casa, les preguntaba: «¿De qué discutíais por el camino?» Ellos callaron, pues por el camino habían discutido entre sí quién era el mayor.

Ahora estamos más confundidos con los discípulos de Jesús, al final parece que ni les interesa lo que Jesús les va planteando. Ya vieron, Jesús hace una serie de acciones y da enseñanzas concretas y eso les atrae a ellos, no el misterio de fe y de vida. Al parecer a los discípulos, como era normal, estaban buscando espacios de privilegio. Esto muestra todo lo contrario de lo que Jesús está buscando, ellos no intentan comprender y peor asimilar. Por eso solo se ponen a mirar espacios de poder.

Tal vez esto es más fácil de entender cuando uno se acerca por intereses materiales, o por ser protagonista, más que ser una persona que está unido al proyecto de Jesús y que pueda aportar a la construcción del Reino, eso al parecer no les interesa, solo les interesa el espacio que les tocaría.

En estas circunstancias, es obvio que Jesús debía sentir un poco de frustración, ver a sus líderes mirando otros intereses y no el sentido de la misión que Dios daba a cada uno de los seguidores de Jesús. Por eso esta parte muestra a Jesús dando una estocada final. «Si uno quiere ser el primero, sea el último de todos y el servidor de todos.»

Wao, aquí vemos una inversión de valores, vemos que los sueños de Jesús no están en la búsqueda del poder o de acomodarse cerca del poder, sino está en el arte de Servir, y eso si que desenfoca la decisión. Uno para estar con Jesús no solo debe comprender lo de la cruz y de la entrega total, sino que además debe ser un servidor de todos y no solo de sus amigos y de su clase, no debe ser un sectario, oportunista, o logiero, como diríamos hoy.

Ser servidores de todos es mirar con un corazón abierto, mirar con la apertura de que todos somos indispensables en el camino del señor, Servir a todos es estar dispuestos a dejar que los otros sean los protagonistas y nosotros, los que estamos empujando por el proyecto de Dios, emprender el camino de estar con Dios desde una actitud humilde de ser servidores. Es por eso que en nuestra comunidad siempre tenemos servidores, personas que desinteresadamente están cooperando para que todo funcione, para que se contagie el proyecto de vida cristiana.  

Por eso que viene el tercer momento que es el ejemplo con el niño. Y tomando un niño, le puso en medio de ellos, le estrechó entre sus brazos y les dijo: «El que reciba a un niño como éste en mi nombre, a mí me recibe; y el que me reciba a mí, no me recibe a mí sino a Aquel que me ha enviado.»

Aquí está el verdadero criterio de Jesús, este criterio marca la diferencia en el sentido cristiano. Poner como modelo acoger a un niño, ayudar a un pequeño, es la expresión clara de inversión de valores, Porque servir desde los niños, es partir desde los que son inocentes, obedientes al padre y dependiente de la voluntad de otros. Aquí si seremos verdaderos servidores.

Ahora bien, Jesús quiere hacernos entender que todo seguidor de Jesús debe valorar a los pequeños a los miserables, a los descartados y excluidos y no a los poderosos a los grandes a los millonarios, a los potentados, sino a los sencillos. Aquí esta la enseñanza, que debemos sentir la necesidad de recibir a los que son indefensos de la cultura arrolladora del consumismo, a los que son aplastados por los sistemas de poder.

Prácticamente Jesús nos está poniendo al revés todo, si queremos ser el primero debemos de ser servidores de los pequeños, ser servidor de los que no tienes nada, servidores de los que ponen solo su confianza en Dios.

Por eso Santiago, nos orienta claramente nuestra actitud cristiana, que debe ser orientada por la sabiduría que viene de lo alto. Es decir que nos ofrece una nueva actitud, de servicio, “llena de misericordia y dispuesta a hacer el bien, de forma imparcial y sincera.

Que no nos dejemos guiar por satisfacer las pasiones porque ahí está lo malo. Porque los hombres que tiene intereses mundanos, temporales siempre terminan destrozando. El amor de Dios, es de discernimiento constantes, no ambicionar, porque este es el origende las divisiones y discordias, nos dice Santiago, y si no consiguen lo que desean, matan; y al no alcanzar lo que pretenden, combaten y se hacen la guerra. Esto no es de Dios.

La sabiduría de Dios es servir a todos desde los más sencillos y humildes. Amén.

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